jueves, 24 de noviembre de 2011

Análisis a dibujos de adultos.

Hombre 42 años.



Casa pequeña:
En este caso podemos encontrarnos con la expresión de necesidad derecogimiento, introversión, necesidad de autoprotección contra el mundo externo. Según la edad del niño, timidez, dificultad en las relaciones con sus iguales, miedos y/o sentimientos de inferioridad. Todo ello vendrá confirmado por el tamaño relativo y la presencia y forma de los otros elementos.
Casa baja:
Las casas que son bajas, con escasa distancia entre suelo y techo respecto a su amplitud, se asocia a sentimientos de opresión, angustia, preocupación, malestar en el domicilio actual, especialmente si se presentan sin la línea del suelo o se presentan deformadas o inacabadas.
Casa vallada o con cerco:
A medida que el cerramiento de la casa sea más evidente, tanto más debería ser el nivel de introversión y desconfianza hacia el exterior expresado por el niño. Si además nos encontramos con formas puntiagudas en las vallas o muros, puede significar defensa agresiva, es decir, la disposición a defender a toda costa nuestro territorio de la invasión de extraños.
Casa con jardín:
En general es un signo positivo si su distribución es proporcional al tamaño de la casa. Puede simbolizar el gusto por los espacios abiertos, las actividades al aire libre, la naturaleza y los animales. Es propio de niños con personalidad extrovertida (si no aparecen verjas o muros), con sensibilidad y apertura hacia los demás.
Ventanas pequeñas:
Según su tamaño y forma pueden significar protección hacia los demás, introversión, necesidad de apartarse de los ojos indiscretos que puedan observarnos y prudencia en la relaciónes con otras personas. Son habituales en niños pequeños adquiriendo mayor significación en adolescencia y edad adulta.
Ventanas con pocos detalles:
Reflejan niños con poco interés por la relación social aun que no la rehusen. También relaciones superfluas, basadas en intereses inmediatos más que en lazos afectivos estables.
Techo simple de 2 vertientes:
Es el más habitual en niños. Si no presenta deformidades o elementos anómalos se relaciona con un perfil realista, bien conectado con el mundo de las ideas.
Chimenea sin  humo:
Puede ser síntoma o indicio de falta de comunicación en el seno de la familia, lo que puede deberse a que el niño sufra carencias afectivas o sufrimiento emocional (celos de un hermano, pérdida de algún familiar relevante, etc...).
Cables eléctricos , Antenas TV u otras instalaciones:
Este tipo de detalles, muy raros en los niños pequeños, denotan a niños perfeccionistas, a veces obsesivos o tercos, que prefieren tener muy estructuradas y previsibles sus rutinas. No les suelen gustar las improvisaciones y prefieren un ambiente estructurado, ordenado. Pueden ser también un síntoma de gran capacidad de observación y/o buen funcionamiento cognitivo.


Mujer 41 años.


Casa grande:
Suele asociarse a alegría y bienestar. El niño que la dibuja probablemente es extrovertido, con capacidad para mostrarse afectuoso y amigable. Su casa es acojedora y está siempre abierta para sus amigos. Es síntoma, también, de que la casa es interiorizada como confortable y cálida. No obstante, todo ello debe confirmarse según la diaposición y forma de los demás elementos del dibujo.
Casa alta:
Cuando la casa representada es excesivamente alargada en su altura pueden ser signos de necesidad de crecer, de hacerse mayor de alcanzar la vida adulta. Es propio de algunos niños con problemas afectivos en casa y que desean hacerse mayores para emanciparse.
Casa en 2 niveles:
Si se efectua a una edad inferior a los 9 o 10 años puede estar asociada a un buen nivel cognitivo. Niño sensible, observador, detallista y con buena relación familiar y exterior.
Puerta cerrada:
En general puede asociarse a introversión, evasión del mundo exterior. También necesidad de proteger su ámbito más íntimo.
Ventanas pequeñas y cerradas:
Según su tamaño y forma pueden significar protección hacia los demás, introversión, necesidad de apartarse de los ojos indiscretos que puedan observarnos y prudencia en la relaciónes con otras personas. Son habituales en niños pequeños adquiriendo mayor significación en adolescencia y edad adulta.
Ventanas con pocos detalles:
Reflejan niños con poco interés por la relación social aun que no la rehusen. También relaciones superfluas, basadas en intereses inmediatos más que en lazos afectivos estables.
Techo con buhardilla:
Puede considerarse una manifestación de capacidad para la imaginación y fantasía. También el gusto por evadirse de la rutina diaria y dejar volar la imaginación. No es habitual encontrarlo en niños de menos de 10 u 11 años.
Paredes altas:
Puede significar fuerza, incluso agresividad, lucha con el medio externo como forma de sobrevivir.
Chimenea humeante:
No suele aparecer en los niños más pequeños. Su significado en niños a partir de 7 u 8 años es de buenas relaciones familiares, ambiente tranquilo y acogedor.
Dirección del humo:
Si el humo va hacia la derecha se trataría de una persona idealista, amante de lo nuevo, aventurero, extravertido, con gusto para los viajes y los proyectos renovadores.
Humo muy denso:
Se ha relacionado esta característica como indicador de tensión, problemas en el ámbito familiar o en el terreno personal. Se trataría de un deseo inconsciente de canalizar esa energía negativa y desprenderse de ella lanzándola hacia el exterior.


Mujer 61 años.

Casa pequeña: En este caso podemos encontrarnos con la expresión de necesidad de recogimiento, introversión, necesidad de auto-protección contra el mundo externo. Según la edad del niño, timidez, dificultad en las relaciones con sus iguales, miedos y/o sentimientos de inferioridad. Todo ello vendrá confirmado por el tamaño relativo y la presencia y forma de los otros elementos.
Casa vallada o con cerco:
A medida que el cerramiento de la casa sea más evidente, tanto más debería ser el nivel de introversión y desconfianza hacia el exterior expresado por el niño. Si además nos encontramos con formas puntiagudas en las vallas o muros, puede significar defensa agresiva, es decir, la disposición a defender a toda costa nuestro territorio de la invasión de extraños.
Puerta abierta:
Persona o niño abierto, extrovertido, con capacidad y gusto por las relaciones sociales y la comunicación. Probablemente con seguridad en sí mismo y confianza en el entorno. Raramente esta característica se presentará en los niños más pequeños dado que no disponen todavía del dominio necesario en el dibujo.
Ventanas pequeñas y cerradas:
Según su tamaño y forma pueden significar protección hacia los demás, introversión, necesidad de apartarse de los ojos indiscretos que puedan observarnos y prudencia en la relaciónes con otras personas. Son habituales en niños pequeños adquiriendo mayor significación en adolescencia y edad adulta.
Ventanas con pocos detalles:
Reflejan niños con poco interés por la relación social aun que no la rehusen. También relaciones superfluas, basadas en intereses inmediatos más que en lazos afectivos estables.
Techo de dos vertientes:
Es el más habitual en niños. Si no presenta deformidades o elementos anómalos se relaciona con un perfil realista, bien conectado con el mundo de las ideas.
Casa sin chimenea:
En general podemos asociarlo con un niño de temperamento un poco frio, distante, o quizás que está en un núcleo familiar con pocas vinculaciones afectivas. De todas formas estos extremos deberán confirmarse con otros datos y teniendo en cuenta la edad del niño.



Hombre 19 años.

Casa grande:
Suele asociarse a alegría y bienestar. El niño que la dibuja probablemente es extrovertido, con capacidad para mostrarse afectuoso y amigable. Su casa es acojedora y está siempre abierta para sus amigos. Es síntoma, también, de que la casa es interiorizada como confortable y cálida. No obstante, todo ello debe confirmarse según la diaposición y forma de los demás elementos del dibujo.
Casa en 2 niveles:
Si se efectua a una edad inferior a los 9 o 10 años puede estar asociada a un buen nivel cognitivo. Niño sensible, observador, detallista y con buena relación familiar y exterior.
Casa con jardín:
En general es un signo positivo si su distribución es proporcional al tamaño de la casa. Puede simbolizar el gusto por los espacios abiertos, las actividades al aire libre, la naturaleza y los animales. Es propio de niños con personalidad extrovertida (si no aparecen verjas o muros), con sensibilidad y apertura hacia los demás.
Puerta cerrada:
En general puede asociarse a introversión, evasión del mundo exterior. También necesidad de proteger su ámbito más íntimo. 
Dos puertas:
Cuando se ubican en dos laterales diferentes de la casa pueden simbolizar la confrontación entre los padres o dos personas del circulo familiar que amenaza ruptura o así lo vive el niño. 
Ventanas pequeñas y/ cerradas:
Según su tamaño y forma pueden significar protección hacia los demás, introversión, necesidad de apartarse de los ojos indiscretos que puedan observarnos y prudencia en la relaciónes con otras personas. Son habituales en niños pequeños adquiriendo mayor significación en adolescencia y edad adulta.
Techo con buhardilla:
Puede considerarse una manifestación de capacidad para la imaginación y fantasía. También el gusto por evadirse de la rutina diaria y dejar volar la imaginación. No es habitual encontrarlo en niños de menos de 10 u 11 años.
Techo muy ancho:
Normalmente sugiere problemas en el seno familiar. El niño tiene la sensación de estar oprimido por los conflictos o a causa de que sus padres sean demasiado exigentes y/o severos con él.
Paredes altas:
Suponen una proyección del niño, la necesidad de expandirse, crecer, quizás llegar a ser como los adultos. También puede significar fuerza, incluso agresividad, lucha con el medio externo como forma de sobrevivir.
Chimenea humeante:
No suele aparecer en los niños más pequeños. Su significado en niños a partir de 7 u 8 años es de buenas relaciones familiares, ambiente tranquilo y acogedor.
Dirección del humo:
En general suele afirmarse que el humo que sube verticalmente hacia arriba es indicador de una personalidad idealista, mística, con gusto por el mundo de las ideas y los pensamientos.
Humo muy denso:
Se ha relacionado esta característica como indicador de tensión, problemas en el ámbito familiar o en el terreno personal. Se trataría de un deseo inconsciente de canalizar esa energía negativa y desprenderse de ella lanzándola hacia el exterior.
El jardín:
Se ha comentado anteriormente que, en general, es un rasgo positivo siempre que su disposición, tamaño y forma sea adecuada al tamaño de la casa y no presente muros o verjas en exceso. Es un espacio donde el niño puede expresar toda su imaginación, por tanto, dependiendo de la edad, la presencia de los diferentes elementos
 de un jardín (árboles, flores, agua, etc...) podemos hipotetizar acerca de su comprensión del entorno e intereses.
Camino de la casa:
El camino supone una prolongación natural de la puerta de la casa y, por tanto, un espacio que nos permite adentrarnos en el mundo externo pero también nos facilita el regresar a casa. El camino suele estar presente en los dibujos de los niños ya a principios o justo antes de la etapa escolar. Un camino lineal hacia abajo es propio de niños de carácter abierto y que sabe escuchar a los demás, aceptando sus sugerencias y los consejos de personas mayores.
Pequeños animales y agentes meteorológicos:
Deben interpretarse dentro del dibujo en su conjunto. Los pequeños animales suelen pintarlos niños con buen soporte afectivo, preocupados por los sentimientos y cuidados hacia los otros (están más presentes en los dibujos de las niñas). Son habituales los pájaros y las mariposas (deseos de volar, de sentirse libre y apartarse de los problemas cotidianos). En menor frecuencia pueden aparecer hormigas u otros insectos. La presencia del sol algunos autores lo entienden como el símbolo del padre. Cuando aparece en el dibujo significaría que se reclama su presencia para que se ocupe de forma más activa de los suyos. Por su parte la presencia de nubes, lluvia o tormentas pueden interpretarse como la escinificación del temor o miedo a determinadas situaciones que pueden producirse.
Cables eléctricos , Antenas TV u otras instalaciones:
Este tipo de detalles, muy raros en los niños pequeños, denotan a niños perfeccionistas, a veces obsesivos o tercos, que prefieren tener muy estructuradas y previsibles sus rutinas. No les suelen gustar las improvisaciones y prefieren un ambiente estructurado, ordenado. Pueden ser también un síntoma de gran capacidad de observación y/o buen funcionamiento cognitivo.

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